No a la Guerra
:: Desinformación

El Pentágono entrena a periodistas y contrata a la agencia Rendon Group para fomentar revueltas contra Saddam Husein
Propaganda y guerra informativa, Kalegorria nº20

DESDE HACE MESES LA PRENSA OFRECE NOTICIAS SOBRE EL MOMENTO BÉLICO QUE VIVIMOS COMO SI IRAQ NO FUERA UN PAÍS CON 23 MILLONES DE CIUDADANOS, SINO SÓLO UN HOMBRE: SADDAM HUSSEIN. EL ROSTRO DEL "ENEMIGO" HA CAMBIADO DEL BARBUDO OSAMA BIN LADEM AL AFEITADO SADDAM HUSSEIN, SIN QUE SE SEPA MUY BIEN CÓMO SE HA EFECTUADO EL CAMBIO. ESTO, SIN EMBARGO, TIENE UNA EXPLICACIÓN. EL PENTÁGONO QUIERE GANAR ADEPTOS PARA “LA CAUSA” Y, DE PASO, LAVAR LA IMAGEN DE EEUU EN EL MUNDO. Y, PARA ELLO, NO DUDA EN UTILIZAR TODOS LOS MEDIOS A SU ALCANCE. HA COMPRADO A PERIODISTAS, LOS HA ENTRENADO PARA CUBRIR LA GUERRA E INCLUSO CREÓ UNA AGENCIA ESPECÍFICA (LA OIE) PARA DIFUNDIR NOTICIAS FALSAS SOBRE IRAQ. EL ÚLTIMO PASO EN ESTA CAMPAÑA TIENE NOMBRE PROPIO: RENDON GROUP, UNA AGENCIA DE RELACIONES PÚBLICAS QUE SE ENCARGA DE FOMENTAR LA DESERCIÓN ENTRE LOS AFINES A SADDAM Y QUE YA EN 1991 TRABAJÓ PARA LA FAMILIA REAL KUWAITÍ CONSIGUIENDO, A TRAVÉS DE MONTAJES, LA IMPLICACIÓN DE OCCIDENTE EN LA GUERRA DEL GOLFO.

La Guerra del Golfo de 1991 catapultó al liderato televisivo a la cadena CNN, emitiendo en directo desde Bagdad un cielo que se iluminaba con los “fuegos artificiales” de los proyectiles aliados. Si aquella contienda se caracterizó por las imágenes de unos bombardeos dignos de un videojuego en pantalla verdosa y con el audio de las bombas, esta vez la cosa será diferente.

La competencia del canal árabe Al-Jazira, cuyas cámaras están ya dispuestas por todo Iraq, ha impulsado a la Administración Bush a garantizar a los periodistas una mayor libertad para cubrir esta guerra. Por eso el Pentágono ha dado “formación” a 500 periodistas que acompañarán a los marines estadounidenses en una campaña denominada “Cobertura entregada”. Cientos de periodistas han recibido cursos especiales de una semana, en bases de entrenamiento militar (Maryland, California, Colorado, Ipar Dakota, Mississippi y Florida) diseñadas para proporcionar técnicas de supervivencia, consejos antiterroristas y entrenamiento físico.

Sin embargo, un mayor número de periodistas y medios no tiene por qué significar más libertad de prensa. Un redactor del “San Francisco Chronicle”, tras uno de estos cursos, afirmaba: “El entrenamiento de los medios de comunicación va de supervivencia y propaganda”.

Información dirigida
En la preparación de la puesta en marcha de la maquinaria bélica contra Iraq los media juegan un papel primordial, máxime cuando las encuestas revelan un escaso apoyo a la guerra. Con el fin de combatir lo que Bush considera “antiamericanismo”, el Pentágono puso en marcha en el mes de diciembre el plan “Operación Información” para financiar campañas de propaganda en los “países amigos” como Alemania o Pakistán. La idea de este plan es influir en la opinión pública de países aliados o neutrales, para lo que se prevé comprar a periodistas que escriban en favor de la política de Bush y reporteros que puedan dar una visión positiva de la agenda internacional de la Casa Blanca.

Las operaciones contemplan además financiar la creación de colegios islámicos moderados para contrarrestar al islamismo radical y acallar las voces antinorteamericanas que surgen en las mezquitas. Este plan viene a sustituir a la Oficina de Influencia Estratégica (OIE) que se creó en el seno del Pentágono (con un presupuesto de 10.000 millones de dólares) tras los atentados del 11 de septiembre. Su finalidad era mejorar la imagen estadounidense en la "guerra contra el terrorismo". El general Simon P. Worder, jefe de la OIE, pretendía influir sobre las agencias internacionales de noticias con campañas sucias de desinformación dando, literalmente, "informaciones falsas".

La agencia tuvo que ser desmantelada el pasado año ante la división dentro del propio Pentágono. Una parte de los mandatarios militares estadounidenses no entendía que fuera el propio Ejército, sin ningún tipo de tapadera, el encargado de montar campañas de propaganda encubierta en otros países. La aparición de un artículo en la revista “Time” denunciando intentos de soborno a periodistas y haciendo pública el acta fundacional de la OIE acabó con el debate y también con la agencia.

La agencia Rendom Group
Sin embargo, desde febrero del pasado año y ante el temor de que el Pentágono pudiera perder credibilidad con estas prácticas, EEUU optó por contratar los servicios de una empresa de relaciones públicas llamada Rendon Group. Esta firma recibe 100.000 dólares mensuales por asesorar al Pentágono técnicamente en la campaña contra Iraq. Entre sus acciones se cuenta el lanzamiento en enero de más de medio millón de octavillas sobre la ciudad iraquí de Basora animando a los soldados a desertar y explicando a la población iraquí las intenciones de la probable invasión estadounidense. Pero esta asesoría también tiene entre sus funciones la elaboración y emisión de programas de radio con mensajes similares.

Rendon Group ya trabajó para el Pentágono en la operación militar contra Afganistán, con un contrato de 397.000 dólares durante cuatro meses, dedicándose a lavar la imagen de la Casa Blanca mientras se realizaban los bombardeos. Con oficinas en Washington y Boston, la empresa fue creada hace veinte años por Jhon Rendon, quien fue jefe de la campaña presidencial de Jimmy Carter y asesor de la campaña de Clinton para la Presidencia.

Esta compañía de relaciones públicas y presión política ha trabajado con más de 80 países. Entre sus clientes se encuentra el Ministerio de Defensa de Colombia, los gobiernos de Zambia, Bosnia y Rusia, la empresa Monsanto Chemical Company, la OTAN, la familia real kuwaití y la CIA.

La mentira de Nayirá
La terrible historia sobre la invasión de Kuwait relatada por Nayirá, una voluntaria de un hospital kuwaití, que explicaba cómo los soldados iraquíes sacaban a los recién nacidos de las incubadoras, fue clave para que el Congreso de EEUU aprobara una acción militar contra Iraq en 1991. La imagen de la joven Nayirá difundida por todas y cada una de las cadenas de televisión de todo el mundo fue una farsa orquestada y perfectamente planificada por la agencia de relaciones públicas Rendon Group, que había sido contratada por la familia real de Kuwait.

Tras la Guerra del Golfo, la labor de propaganda encaminada a crear una imagen negativa de Saddam Hussein no fue hecha por el Centro de Inteligencia Americana (CIA), sino por Rendon Group, quien incluso contactó con los dirigentes opositores iraquíes para crear el llamado Congreso Nacional Iraquí (INC) y levantó la imagen de su líder Ahmed Chalabi.


F U E N T E S:
Departamento de Defensa USA, “San Francisco Chronicle”, Rendon Group, “Daily Howlwe”, “Latimes”