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Querida cyberaudiencia,

estamos emocionados y desbordados por el resultado de la puesta de largo en Internete: vuestras continuas consultas y sugerencias. Aunque alguno de nosotros ha sido nombrado Héroe del Pueblo en más de una ocasión, nos transmitís unas preocupaciones que no somos capaces de analizar en toda su enjundia. Por ello hemos buscado ayuda en aquel que todos recordamos y tenemos presente en la lucha diaria, nos hemos atrevido a importunar al mismísimo Padrecito. Algunos nos diréis que es un mito, que esta en un geriátrico desde 1989 pero no, esta vivito y coleando, lejos del mundanal ruido. Le hemos localizado y va a tener la gentileza de atender vuestras dudas.

Así, desde este momento abrimos la sección de cartas al Padrecito, que responderá gustoso desde su dacha en los Urales. El Padrecito responde.

   
       
 

 

   
       


Estimado Padrecito,
soy un ama de casa de la estepa tártara. El sátrapa de nuestra provincia, conocido por sus bigotes rechupados y su voz gangosilla, acaba de anunciar la boda de su única hija, de idéntica voz y prometedor bigotín.
La joven fámula, Anna Bigotina, ha de desposarse con uno de los chacales al servicio de su padre Alexander Agagpov, que siempre lleva su gorro tártaro pringado de gomina, para que no se le despeine al galopar por las estepas.
El caso es que en la aldea estamos todas las vecinas mosqueadas porque no sólo no nos ha invitado, temeroso de la conocida tradición tártara que nos obliga a pedorrear el plato del padre de la novia como signo de agradecimiento y "yatevale", sino que ha escogido a dedo lo que para el debe ser la flor y queso de la estepa para celebrar un bodorrio sólo para escogidos, a espaldas del pueblo.
Tú que todo lo has visto, tu que todo lo conoces y puedes, dinos ¿qué hemos de hacer?

Desconsolada. Salsha Tartarova.

¡Salsha¡, ¿eres tú aquella pequeña que mecí hace muchos años en mis brazos?. No sabes cuantas veces he cabalgado en la estepa con tu padre y cuantas he comido con él en la guarnición de vuestra típica y encantadora provincia. Me emociona mucho volver a tener noticias tuyas aunque sean amargas.
Por cierto y hablando de temas amargos, espero que no me guardes rencor por la deportación en calzoncillos a las islas Kuriles de tu padre. Ya sabes que fueron unos años muy difíciles y no pude hacer nada para evitarlo. Me informaron que fue hasta el final un compañero imprescindible y alegre, sobre todo a la hora de la comida.

¿Cómo poder aportar luz a tan tenebrosa situación?. No sé si leíste la consulta del mes pasado de Jo-con-El, pero te recuerdo que había un problema con un espacio publico y unos vecinos dispuestos a recuperarlo y no te lo vas a creer, pero también se dio el caso de una boda de hija de sátrapa (presidente llamaban al sátrapa de este lugar, ¡bárbaros!). El presidente era el conocido estadista internacional y gran corredor Bigotenko, ¿quizás el abuelo de Bigotina?.

El codiciado espacio publico se hallaba al lado de un gran templo y este, llamado San Pakito el Grande era de gran relumbrón y tenía cuatro estrellas en la guía de bodorrios. Se pensaba celebrar la boda en el templo y asar los bueyes en el Parke colindante, sin tan siquiera echar los huesos a los vecinos.

Los vecinos además de hambre de costillares, lo tenían de justicia y así se les ocurrió la brillante idea de organizar una boda alternativa, también entre dos de las mejores familias de esta ciudad, pero invitando a toda la ciudadanía sin distinción.
Ante la posibilidad de deslucimiento, la hija de Bigotenko y su marido volvieron grupas y se encaminaron al salvaje monte de donde nunca tenían que haber salido.

Se conservan, como puedes ver unas fotos con el resultado de la convocatoria. La unión fue un gran acontecimiento. El hechicero pronunció un discurso estremecedor, que levanto el llanto (de risa, por supuesto) en más de un invitado. La elegancia de los asistentes hizo sombra incluso a la ceremonia de las vil Familia del Bigote.
Como puedes apreciar en las imágenes, el trabajo artesanal de los vecinos incluso superó a los Ivessanlorreins y a las Cagathasruinesdelabraga.
Finalizada la ceremonia, la alegre comitiva se paseó por el barrio de San Pakito el Grande, donde los taberneros invitaron a la joven pareja y a sus acompañantes, uniéndose aún más gente.

Uno de los momentos más emotivos fue la intervención de un joven y anónimo vecino que al ver a la joven y humilde pareja, interpreto al piano un fragmento de la Marcha Nupcial. Posteriormente esta joven promesa de la música fue nombrado Héroe Musical del Pueblo, con la concesión de, si no me falla la memoria, al menos dos Canciones del Verano.

Finalmente la muchedumbre se dispersó entre las calles mientras los correos del sátrapa informaban de la resistencia de los vecinos y la liberación momentánea del Parke. De haberse celebrado conjuntas las dos bodas, seguramente la Historia no seria tal y como la conocemos hoy en día.

Volviendo al funesto enlace de la hija de Bigotenko, te diré que por suerte para todos, la boda se celebró al final en un recinto alejado, lleno de una fauna de lo más carroñero. Recinto por otro lado preparado para que no se escapara ninguno de los ilustres invitados al pago del óbolo necesario para seguir en su lugar de la corte.
Como se decía desde esta boda, “Apoquina se escribe con A”

Queridos míos, os dejo un mes más, ansioso de las cuestiones que me planteáis, que por un momento me hacen revivir.

¡Salud y morcillas a todos¡



Estimado Padrecito,
vivo en una ciudad cimeria en la que el alcalde esta conchabado con el hechicero y entre los dos se reparten los mejores prados y huertos en beneficio propio. Unos pocos ciudadanos intentamos que no sea así, pero cada vez hay menos espacios para los potros y los miembros de la ciudad.
Tu que todo lo sabes, ¿nos podrías iluminar en este caso?

Agradecido anticipadamente, Jo-con-El.

Apreciado Jo,
como ya sabes sólo soy un pobre anciano (con muy mala leche, eso si), pero espero poder ayudarte recordando una lucha ocurrida en... ya no me acuerdo ni cuando ni donde, mi memoria empieza a fallar. Solo te puedo asegurar que es verídica y el caso era similar.

Había un alcalde meapilas y santurrón, Rodríguez del Peral, y un Obispo-hechicero, de origen oscuro, Rocco Va-a-Velas. El primero, con un ansia desmedida por ganar un sitio preferente en el paraíso, regalaba solares municipales al segundo. Ocurrió un día que regalo un espacio en el centro de la ciudad, calificado como de uso publico en teoría un parque o polideportivo, a la Incuria presidida por el segundo. El uso que le iba a dar tan pío personaje era un¡edificio de oficinas!.

Ante tamaña caradura, un grupo de vecinos se organizó y empezó a ocupar el denominado Parke de la Cornisa, organizando Cine de Verano, Verbenas... Lo más hermoso e imprevisto para los malosos del ayuntamiento y obispado fue una Saeta. No te hablo de un bélico proyectil, sino de algo más sutil y picajoso.

En aquellos días veraniegos había una procesión de una diosa local, la Virgen de la Paloma. Como debe ser tradición también en Cimeria, la gente acompaña a la imagen de su diosa, legando en algunos casos a cantarla. Al oírse el canto, se ha de detener la procesión y respetuosamente callan música y publico.

Conocedores de la tradición, los vecinos se apostaron en un balcón por donde discurría la procesión al

lado del Parke. La comitiva era Impresionante: penitentes, turiferarios, Bomberos, castizos (sí, esa extraña y mítica raza de Zarzuela, bigotes ellos, peinetas ellas), la Virgen y detrás las autoridades responsables del expolio.

Para llamar la atención del respetable, el balcón se había engalanado con un mantón y una castiza colaboradora. Entre el publico había vecinos afectos al Parke. Llegado el momento, el primo de un vecino, gran cantaor por otra parte, se arranco con quejios y ayes. Para que no pasase desapercibido, los vecinos empezaron a señalar con grandes aspavientos el susodicho balcón.
El efecto fue deslumbrante: se hizo el silencio y las autoridades se crecieron, sonreían y se congratulaban de la exhibición de fe de sus conciudadanos (“ya lo sabia yo que esto iba a acabar como en Sevilla”).

Al desgranar la saeta, la emoción iba en aumento:

"La virgeeen de la Paloooma
tiene el corazón partiiio..."

Todas las autoridades se derretían, no cabian en su gozo. Hasta aquí no se lo podían creer, pero entonces:

"... Porquee le han robao
el Parke..."

Al mencionar la fatídica palabra cambiaron semblantes.

El efecto fue demoledor. Al darse cuenta los malos de la película de que la devota saeta tenia una demanda vecinal en sus estrofas, empezó a sentirse una sensación de picor en el culo de las autoridades acompañada de ganas de salir por patas. No podían moverse hasta que acabara la saeta y las invocaciones a San Aquinopasanada y a San Estonovaconmigo se oían entre las filas de los próceres.

 

¡Cómo baila el procer!

 

"...y oficinas le han metio."

Nada más acabar la saeta corrieron como liebres mientras los vecinos demandaban el Parke.

Como ves, predilecto Jo-con-El, un modo de protesta capaz de apropiarse de los modos “normales” de actuación puede ser igual o más efectiva para los objetivos deseados.

Queridos míos, ya me encuentro cansado y me falla la conexión a Internet. Os dejo en este punto, pero estaré encantado de resolver vuestras dudas y ayudaros en todo lo que este en mi puño.


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