CONSEJILLOS PARA PEATÓN BONZO

A continuación unos consejillos prácticos para desarrollar el impulso de Peatón Bonzo que todos y todas llevamos dentro:

No te dejes llevar excesivamente por el miedo al tráfico, piensa siempre que el conductor tiene un miedo intrínseco a no hacer daño a otra persona (al menos en principio). Por supuesto manten siempre un margen de seguridad para tu integridad física
Siempre que quieras atraviesa la calle sin pensar en semáforos ni en pasos de cebra, solo piensa que necesitas cruzar y cuando puedas hazlo, poco a poco descubrirás el placer de la libertad peatonal.
Considera que la acera, las zonas verdes, las terrizas y los pasos de cebra sin semáforo son los únicos espacios donde el coche te debe respetar legalmente tu preferencia de paso. Explota esta preferencia al máximo, no te dejes intimidar.
Para conseguir que te respeten el paso en los pasos de cebra no dudes en gesticular con brazos e incluso chillando, o en meter por delante algún accesorio que puedas llevar en ese momento: la bolsa de la compra, el bolso, el carrito de la compra, la bicicleta, un bastón ... o lo que tengas a mano. Así si no frena y se lleva por delante tu accesorio, se llevará un buen susto, un arañazo en su delicada carrocería y tú tendrás la posibilidad de denunciarlo si quieres jugar ser muy malo.
En los pasos de cebra sin semáforo es donde más fácilmente puedes desarrollar tu instinto bonzo. No tengas prisa por cruzarlo, incluso entretente hablando con alguien en todo el medio, o simula que se te ha olvidado algo y te quedas pensando y luego das la vuelta, o derrama mientras cruzas una bolsa llena de chinchetas (por ejemplo) en medio del paso cebra y ponte a recogerla, o átate los cordones o ... tú mismo. Eso sí intenta no crear un excesivo malestar en el conductor, o ve preparado para soportar pitadas, insultos y ....
El amago es otro bonito recurso del Peatón Bonzo. Se trata de que en cualquier lugar y situación simular como si de repente se quisiera atravesar la acera y se hace el amago del intento, con el único objetivo de provocar el respingo del conductor que le toque. Es muy divertido y muy educativo, aprenden a no despistarse.
En esta misma línea se encuentra el bonito ejemplo de la pelotita. A todos los conductores se les enseña en su aprendizaje para el carnet, que deben tener mucha precaución cuando vean que una pelota atraviesa una calle, pues detrá de ella puede aparecer un niño corriendo. Así si te dedicas una tarde de estas a lanzar la pelotita delante de los coches verás como por reflejo condicionado la mayoría de ellos frena o aminora la marcha. Es otra forma de domesticación del tráfico muy eficaz, muy divertida y poco exigente en medios o preparación.
El recurso del despiste también se ha de tener en cuenta. Se trata de simular a que se camina despistado mientras con el rabillo del ojo se controla al coche, y así cruzar la calle obligandole a aminorar su marcha o a detenerse.