|
|
Ciberderechos
democráticos o Sociedad de la Información Totalitaria*
http://sindominio.net/biblioweb/telematica/palladium.html
Marcelo D'Elia
Branco
www.softwarelivre.org
2003-04-27
This document was generated using the LaTeX2HTML translator Version 2K.1beta
(1.48) The command line arguments were: latex2html -split 0 -no_info -no_navigation
palladium.tex
Resumen
Algunas
iniciativas en el plano tecnológico y en el plano legal, de interés
para las grandes corporaciones monopolistas de la industria de la tecnología
de la información, pueden limitar las libertades individuales y
colectivas de los ciudadanos. Bajo el argumento de la «actualización»de
las legislaciones nacionales e internacionales frente al crecimiento de
Internet y de las obras digitales, esas iniciativas que persiguen ampliar
el alcance de las leyes del copyright para las obras digitales, pueden
llegar a establecer un control centralizado y totalitario por parte de
las grandes corporaciones sobre los derechos de los usuarios y productores
de obras digitales.
1.
Un plan tecnológico contra las libertades
Un consorcio formado por los gigantes Microsoft, Intel, AMD, IBM, Sony
y otros, está desarrollando, -ya se encuentra en fase bastante
adelantada- la tecnología TCPA (Trusted Computing Platform Alliance,
Alianza para una Plataforma de Computación «de Confianza»).
Dicho acuerdo tecnológico se orienta a la producción de
chips (procesadores) que puedan ser monitorizados y controlados permanentemente
a través de Internet, incluso sin autorización de los usuarios
de las computadoras y de otros dispositivos tecnológicos. Bajo
el argumento de la protección de la «propiedad intelectual»
esa nueva generación de procesadores puede restringir la instalación
de nuevos programas de computadoras, la ejecución de un CD de música,
de un vídeo en DVD, de juegos electrónicos, de un libro
digitalizado o incluso la exhibición de páginas web. El
«antiguo-dueño» de la máquina necesita recibir
una autorización previa -a través de comandos ejecutados
por Internet- de las grandes corporaciones del consorcio para poder ejecutar
en su computador aquello que desee. En este nuevo escenario, por ejemplo,
se podrá comprar un CD de música que se pueda reproducir
sólo 3 veces y, en caso de que se desee reproducirlo más
veces, se tendrá que pagar nuevamente para adquirir ese derecho.
También se podrá adquirir una película digitalizada
en formato DVD que sólo podrá ser reproducida en horarios
que no coincidan con determinados horarios «preferentes» de
la televisión o que carguen en nuestra tarjeta de crédito
un precio por cada ejecución.
Además, las nuevas obras producidas de forma independiente sobre
programas libres y/o desarrollados por empresas no pertenecientes al consorcio,
necesitarán un aval (U$) para poder ser utilizadas por el «antiguo-dueño»
del dispositivo electrónico (computadora, reproductor de DVD, etc.)
También significa una gran amenaza para el desarrollo del software
libre. Trabajamos con una nueva lógica que permite la ejecución,
la copia, la modificación y la distribución de nuevo software
derivado de un original. Imaginemos que en cada estadio del desarrollo
de un programa libre dependiéramos de autorizaciones centralizadas,
muchas veces por la competencia, para poder ejecutar el programa, la nueva
versión modificada o las copias autorizadas por la licencia GPL
(ver www.gnu.org).
Muchos usuarios de computadoras ya han tenido la experiencia de «probar»
el gusto amargo de esta restricción de las libertades individuales.
Los usuarios de Windows XP, por ejemplo, incluso sin utilizar los nuevos
chips de generación TCPA, ya han probado el «Palladium»,
que es una forma de control al nivel de software, desarrollado por esa
industria monopolista para impedir el derecho de los usuarios de ejecutar
en su nuevo sistema operativo copias no autorizadas de música,
vídeo o aplicaciones informáticas. Incluso para cambiar
algunos componentes del hardware de su computador -como la tarjeta de
vídeo o el módem- los usuarios de este nuevo sistema operativo
necesitaban una autorización de Microsoft. En caso contrario, el
nuevo dispositivo no funcionaría. Sucede que«Palladium»
-como cualquier aplicación de software- ya ha sido descodificada
fácilmente por jóvenes hackers que así han devuelto
parte de la libertad a los usuarios de computadores que utilizan el nuevo
sistema operativo de Microsoft. Pero para vencer las restricciones impuestas
a través de la TCPA (a nivel de hardware) y del Palladium, hay
que ir más allá.
[continúa]
|
|