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nº
38 septiembre 03
Portada
El
fin de la impunidad en Argentina, cada vez más cerca
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Madres
de la Pza de Mayo brindan por la anulación de las leyes
de impunidad |
La
anulación de la las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final, primer paso para juzgar a los genocidas en su propio país
La anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final, aprobada por el poder legislativo argentino el pasado 21
de agosto, da pie a un proceso que, unos meses atrás, parecía
improbable: la posibilidad de juzgar a los represores de la dictadura
argentina (1976-1983) en su propio país. Aunque el proceso
de anulación no ha hecho más que comenzar (ya que
la última palabra de la anulación la tiene la Corte
Suprema, conocida por su corrupción y su fidelidad al ex
presidente Menem), los esfuerzos y la lucha de colectivos sociales
y de familiares de represaliados y desparecidos por la dictadura
parece al fin dar sus frutos.>>
y >> |
El
21 de septiembre, día de acción global por su
libertad
Siete
de los detenidos en las protestas contra la cumbre de Tesalónica
siguen en prisión
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El
pasado 21 de junio, mientras los jefes de estado y de gobierno
de la UE acordaban en el Consejo de Europa de Tesalónica
endurecer la política migratoria, la policía griega
se empleaba a fondo para bloquear el avance de las manifestaciones
de protesta que tomaron las calles de la ciudad. Decenas de personas
resultaron heridas por el uso indiscriminado de todo tipo de material
antidisturbios y más de veinte fueron detenidas. De ellas,
siete permanecen aún en la cárcel y el fiscal les
pide entre 5 y 20 años de reclusión mayor. Son los
cabezas de turco de una estrategia policial que quiere servir
de aviso a navegantes para próximas movilizaciones.
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Aumentan
los despidos masivos
en las grandes empresas pese al incremento de beneficios
Numerosos sindicatos denuncian la liquidación
de plantillas estables
En
los meses de junio y julio, grandes empresas como Telefónica,
RENFE, Iberdrola, Dragados, etc., han multiplicado los anuncios
de despidos masivos, especialmente a través de los Expedientes
de Regulación de Empleo (ERE). Este anuncio se produce en
un contexto en el que se han producido más de 1.500.000 despidos
de forma individual (de ellos, un 80% improcedentes), de 1997 a
2002; en el que, por otro lado, la tasa de temporalidad llega hasta
el punto de que uno de cada tres empleados es precario, y en el
que, además, se realizan diez veces más contratos
temporales que indefinidos. A primera vista, se trata de un hecho
paradójico, ya que el primer trimestre de 2003, el beneficio
neto de las empresas españolas creció un 151,1%.>>
y >>
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